Muchas veces somos impacientes para movernos bajo la voluntad de Dios. En el libro de Números en el capitulo 10 versículo del 15-23 vemos como Dios guiaba personalmente al pueblo de Israel. En algunas ocasiones Dios nos puede hacer esperar un día, una noche, quizá semanas o años para ver una respuesta; en esta historia, al final vemos que los israelitas tardaron 40 años en salir de la prueba o del desierto por el cual estaban caminando, esto no quiere decir que se va a tardar lo mismo contigo, Dios tiene un trato diferente con cada uno de nosotros.
En un tiempo de mi vida, aprendí que uno no sale de la prueba hasta que se ha aprendido el propósito de la misma. Y en todo esto a los israelitas no les faltó la presencia del Dios viviente.
No te desesperes por ver la salida, camina bajo el mandato de Dios. Dice en su palabra que a una orden del señor todos se ponían en camino, obedecele. En cuanto la nube aparecía, ellos (israelitas) salían de viaje, o sea que cada día. cada momento. cada instante ellos tenían que esperar a que se moviera porque algunas veces se movía de día y otras veces de noche, o sea que tenían que mantenerse preparados. Así esperemos su venida a cualquier hora y estemos listos como si fuera hoy, tengamos la mirada puesta en esas señales, para saber en qué momento partir y en qué momento esperar.
Cuando Dios nos haga esperar tengamos paciencia, no nos desesperemos, ni tomemos decisiones a la ligera y por nuestra propia cuenta porque nuestro tiempo es imperfecto pero el de Dios siempre llega cuando tiene que llegar.
DIOS ES EL MISMO DE AYER, HOY, Y SERÁ EL MISMO POR LOS SIGLOS.
Escrito por: Karina H.
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Dios te bendiga